Costa Rica es un país con una flora y fauna impresionantes. En la costa del Pacífico de la Península de Nicoya, no dejes de visitar el Palmetto Lodge, predominio de la llamada selva seca. A diferencia de las selvas tropicales de gran altitud, donde también puede hacer bastante frío, aquí tenemos dos estaciones. De noviembre a mayo, temporada alta de turismo, prácticamente no llueve.
Las temperaturas son generalmente más en este momento, aunque hay una brisa constante que sopla altas alrededor de Palmetto Lodge. En la terraza del próximo restaurante cerca de la piscina, la temperatura en la marca es de 28° centígrados durante el año.
Las temperaturas son generalmente más en este momento, aunque hay una brisa constante que sopla altas alrededor de Palmetto Lodge. En la terraza del próximo restaurante cerca de la piscina, la temperatura en la marca es de 28° centígrados durante el año.
Cuando vuelve a caer la primera lluvia en mayo, todo el panorama cambia abruptamente. A los pocos días, predomina la densa vegetación verde. Para muchos lugareseños y turistas, esta es la mayor época del año. Aunque puede llover durante el día, normalmente llover durante una o dos horas al final de la tarde, justo antes o después de la puesta del sol.
A lo largo del año, la población de animales en Palmetto Lodge y sus alrededores cambia. Durante los meses más húmedos, los monos aulladores, monos capuchinos, pizotes, loros, tucanes y periquitos son visitantes regulares. El terreno montañoso por debajo y por encima del albergue alberga ciervos de cola blanca, el pequeño jabalí local y numerosas especies de búhos. Durante la estación seca, armadillos, zarigüeyas y lagartijas deambulan por los terrenos. La caza está prohibida en Costa Rica, por lo que muy pocos animales le temen a las personas. Entre noviembre y mayo también hay muchas especies de mariposas y uno o dos colibríes.
En el mar, un kilómetro y medio del albergue, sucede mucho durante todo el año. Frente a la costa de la Península de Nicoya, las manadas de ballenas del Ártico y la Antártida se encuentran en los meses de verano, y una gran población de delfines vive aquí durante todo el año. Octubre y noviembre ofrecemos un espectáculo muy especial. En Playa San Miguel y en las bahías aledañas, decenas de miles de tortugas, incluidas las grandes tortugas laúd de casi dos metros de largo, llegan a tierra para desovar.